miércoles, 23 de julio de 2008

Tu Luz

Es extraño como la vida pone luces en tu camino que logran sacarte de tu rutina, romper tus esquemas y como si de pronto lo único que te importara fuese descubrir el origen de tal destello te acercas a ella como hipnotizado, embobado, como ese mosquito que avanza hasta rostizarse y fundirse en la luz. Sin duda es un acto envidiable, dar todo de ti por alcanzar esa luz y sentir que la tocas, sentir la luz en ti mismo, hasta quemarte por dentro, y morir, pero morir en la certeza de que no hay mejor muerte que aquella, de que nada es mejor que abandonarce al destino junto a esa luz.


Cuando te ví por primera vez, vi tu luz, ví que eras capaz de brillar por tus propias fuerzas, vi que tus ojos brillaban y que entregaban una energía difícil de encontrar en este mundo, y jamas pude olvidarte, sin embargo había distancia, tu luz la veía desde lejos, solo la veía, hasta ahora que puede sentirla y saber por mi mismo lo que era capaz de provocar. Ahora estoy encandilado, como cuando miras el sol y luego quieres ver a otro lado y sin poder evitarlo sigues viendo el sol y cierras los ojos y lo ves mas claro aun, así me siento, sin dejar de ver el destello de tu sonrisa en todos lados, lleno de alegría si estoy a tu lado y con ansias de ti cada vez que me tengo que conformar solo con tu recuerdo.
Estas senzaciones me desconciertan, me descolocan, me gustan, me provocan nervios, me alucinan. Ahora quiero seguir adelante y encontrar desde donde nace esa luz que me gusta tanto, quiero conocerla y descubrirla allí pura, simple, limpia, desprotegida de mundo y que sea yo quien la proteja...